Según un informe de la Autoridad de Agua Potable y Saneamiento Básico (AAPS) sólo el 53% de la población alteña tiene acceso a alcantarillado sanitario y con ello a baños, lavamanos, lavaplatos y ducha. El resto debe acudir a los pozos sépticos.
Esta realidad fue corroborada por La Razón, que en un recorrido por el Distrito 8, entre las carreteras a Oruro y Viacha, verificó que de este servicio carecen incluso las establecimientos educativos, como la Unidad Educativa Simón Bolívar.
El municipio de El Alto cuenta con 1,2 millones de habitantes, de los cuales sólo 544 mil cuentan con el servicio de alcantarillado; el resto debe buscar terrenos baldíos para hacer sus necesidades o construir un pozo séptico con el riesgo de que se pueda generar un foco de infección.
Ángel Yampa, vive hace 9 años la zona Mercedes I. “Es difícil yo tengo cinco hijos pequeños, recién nos han dado agua, pero no podemos tener baño, ni ducha por la falta de alcantarillado. Yo tengo un pozo ciego y cada dos meses echo cal porque nos puede infectar y nos bañamos en bañadores pues, no hay de otra”.
Los distritos 7, 8 y 12 tienen la menor cobertura de alcantarillado, según explica el gerente Regional de la Empresa Pública y Social de Agua y Saneamiento (EPSAS), Williams Marca.
El 2010 se trabajó en el proyecto “Sistema de colectores principales de alcantarillado sanitario mediante el procedimiento de bombeo” para beneficiar a los distritos 7 y 14, sin embargo, los comunarios de Tacachira, donde debe construirse la planta de tratamiento de aguas residuales se oponen a la ejecución de este plan por lo que fue suspendido, expresó.
El jefe de Infraestructura de EPSAS, Gary Rodríguez, aseguró que es imposible llegar a toda la población urbana con este servicio. “Es una inversión millonaria que no puede ser encarada por EPSAS”, por lo que, a través del Ministerio de Medio Ambiente y Saneamiento Básico, se recurre a la Cooperación Internacional y a recursos del Fondo Productivo y Social (FPS).
Además de la inversión, la aprobación de planimetrías es uno de los obstáculos para que los vecinos cuenten con este servicio. Hace tres meses, en Villa Mercedes se inició la conexión de alcantarillado, no obstante, esto no resuelve el problema de familias que no cuentan con fondos para pagar Bs 1.830 por este trabajo.
Un plan a corto plazo
Para el 2011, la Empresa Pública de Agua y Saneamiento(EPSAS) prevé una inversión de $us 15 millones provistos por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el Fondo Productivo Social (FPS); la contraparte de EPSAS es de $us 1,5 millones. Estos recursos están destinados exclusivamente a los distritos 7 y 12 , informó el jefe de Infraestructura de la empresa pública de aguas, Gary Rodríguez.
‘Debían aguantarse si tenían ganas de ir’
578 estudiantes de la Unidad Educativa Simón Bolívar comparten 12 inodoros, que desembocan en un único pozo séptico, que fue trabajado por los padres de familia hace 10 años. Los requerimientos a la Alcaldía alteña para ampliar estos servicios higiénicos nunca fueron escuchados.
La directora de este colegio, ubicado en el Distrito 8, Betty Vera Ávila, confirmó que al principio los retretes sólo estaban disponibles para los estudiantes de secundaria, por lo que los de primaria debían “aguantarse si tenían ganas de entrar al baño”.
Sin embargo, a pedido de los padres de familia, se permitió que los mingitorios se compartieran con los niños y niñas de esta unidad educativa. “El baño desemboca en un pozo séptico y debemos trasladar agua en baldes desde el patio hasta el mingitorio que está en el rincón derecho, esto porque no nos conectaron la cañería para las baterías”, explica la educadora.
Después de hacer uso del baño, los estudiantes deben llevar agua en baldes aunque por la distancia terminan saltando este paso. El lavado de manos después de usar el servicio higiénico tampoco es un hábito en esta unidad educativa porque no existe lavamanos, confirmó el presidente de la Junta Escolar, Ángel Yampa.
La vida sin servicios higiénicos básicos
Eugenia Apaza
Vecina de Villa Mercedes “G”
“Mi esposo ha hecho un pozo ciego de tres metros, allí hacemos nuestras necesidades, pero antes teníamos que ir a los terrenos baldíos a las pampas, todos hacen lo mismo”. No, no limpiamos con nada sólo echamos agua, tenemos miedo de que traiga algún tipo de enfermedad, pero no podemos hacer nada, tenemos que esperar el alcantarillado”.
Betty Vera
Directora Unidad Educativa Simón Bolívar
“Es un principal foco infección, este hecho es alarmante es un mingitorio antihigiénico, en cinco años nunca se hizo la limpieza de este baño y los alumnos pueden enfermarse”.
Juana Mamani
Vecina de Villa Mercedes I
“Hemos pedido a EMMU que limpie el pozo ciego pero cuesta Bs 300, entonces nosotros nomás baldeamos nuestros baños. Antes no teníamos ni agua, ahora por lo menos hay”.
La Razón
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